Desarrollamos un modelo robusto basado en proteínas, AMix-1, basado en redes de flujo bayesianas. Se construyó mediante una metodología de entrenamiento sistemático que incluyó leyes de escalamiento preentrenadas, análisis de capacidad latente, mecanismos de aprendizaje contextual y un algoritmo de escalamiento en tiempo de prueba. Al establecer leyes de escalamiento predictivo para garantizar una escalabilidad robusta y revelar la comprensión estructural gradual desde una perspectiva de pérdida, creamos un modelo robusto de 1.700 millones de parámetros. Diseñamos una estrategia de aprendizaje contextual basada en alineamientos múltiples de secuencias (MSA) para integrar el diseño de proteínas en un marco general. AMix-1 reconoce claves evolutivas profundas entre MSA y genera proteínas consistentes estructural y funcionalmente. Este marco permitió el diseño de variantes de AmeR con una mejora de hasta 50 veces con respecto al tipo silvestre. Además, AMix-1 se mejoró con un algoritmo de escalamiento durante las pruebas evolutivas para la evolución dirigida in silico, lo que proporcionó mejoras significativas y escalables en el rendimiento a medida que aumentaban los presupuestos de validación, sentando las bases para el diseño de proteínas en laboratorio de próxima generación.