Este artículo argumenta que el mundo está siendo dominado por la IA como un sistema que modela píxeles, palabras y fonemas, y que el mundo no está compuesto de píxeles, palabras y fonemas, sino de entidades (incluyendo objetos, cosas y eventos) con propiedades y relaciones. Por lo tanto, argumenta que deberíamos modelar estas entidades en lugar de la percepción o la descripción. La razón por la que actualmente nos centramos en modelar palabras y píxeles es que los datos valiosos del mundo existen en forma de texto e imágenes, pero enfatizamos que los datos más importantes de la mayoría de las empresas se almacenan en formatos relacionales como hojas de cálculo y bases de datos, que son diferentes de las formas tratadas en el aprendizaje automático existente. Explicamos por qué este campo, que se conoce con varios nombres como aprendizaje relacional e IA relacional estadística, no ha conquistado el mundo excepto en unos pocos casos con relaciones limitadas, y qué pasos se necesitan para aumentar su importancia.