Evon padece de sueños lúcidos que ya no lo dejan descansar, decide buscar ayuda siguiendo el consejo de uno de sus mejores amigos y se embarca en un viaje al otro lado del mundo.Por su parte, Lanu, comienza a mover las fichas en el tablero para lograr sus objetivos, uno de los cuales es conseguir controlar el pensamiento colectivo de la humanidad.