Por ejemplo, si un botón y una etiqueta están cerca, el usuario los percibirá como elementos relacionados. Así, la persona entiende que la etiqueta está asociada a la acción del botón y puede identificar para qué sirve ese botón, facilitando que lo pulse para realizar la tarea. Del mismo modo, si en una página web se colocan juntos textos e imágenes relacionados, se resalta la conexión entre ambos.