Este artículo analiza la creciente tendencia de los responsables políticos a utilizar los costes de desarrollo de la IA y la carga computacional como indicadores indirectos de las capacidades y los riesgos de la IA. Si bien la legislación reciente ha introducido requisitos regulatorios para modelos o desarrolladores sujetos a ciertos umbrales, las ambigüedades técnicas en la forma de realizar dicha contabilidad generan lagunas que debilitan la eficacia regulatoria. Por lo tanto, este artículo propone siete principios para diseñar estándares de contabilidad computacional y de costes de la IA que reduzcan las oportunidades de manipulación estratégica, no impidan la mitigación responsable de riesgos y permitan una implementación uniforme en todas las empresas y jurisdicciones.