Además de ajustar sus ingresos para cubrir más de la hipoteca prevista, asegúrese de tener en cuenta los inevitables periodos de inactividad a los que probablemente se enfrente su propiedad. Al fin y al cabo, la mayoría de los alquileres vacacionales son estacionales. Aunque cabe esperar una fuerte demanda durante las temporadas altas, ésta debe ser lo suficientemente lucrativa como para compensar los meses de menor actividad. Recomiendo tener en cuenta al menos un 25% de tasa de desocupación para tener en cuenta esos momentos en los que es más que probable que la propiedad se quede vacía. Además, hay que tener en cuenta otros gastos: cuotas de condominio, cuotas de la comunidad de propietarios, mantenimiento rutinario, etc.